Hungría ha sido capaz de reducir su déficit desde el 7% en 2010 a 2,1% en 2012. Según la Secretaria de Estado, han pagado un precio en términos de empleo y crecimiento, pero han reducido su deuda del 83% al 79%, y empiezan a mejorar sus cifras de desempleo, que se sitúa actualmente en el 11%, alrededor de la media de la UE.
Desean incorporarse a la eurozona, aunque todavía no están en condiciones de hacerlo.
En el aspecto político, y en referencia a las críticas recibidas por el cambio en su Constitución, han dado argumentos muy bien fundamentados que hay que que tomar en consideración. En todo caso, han mostrado una clara voluntad de dialogar, hasta el punto de qué las modificaciones realizadas en su Carta Magna, se han hecho tras tomar en consideración la opinión de las instituciones europeas.
Hungría era el único país de la esfera de la antigua Unión Soviética que no había cambiado su Constitución por no tener hasta el 2010 suficiente apoyo para hacerlo. Tras dos legislaturas de gobiernos socialistas, "en las que se gastó más de lo que se tenía", y de una grave crisis económica, los ciudadanos húngaros dieron una amplísima mayoría de 2/3 al Fidesz y al ahora primer ministro Viktor Orban.
Reconocen que su Constitución, que se basa en la Carta Europea de Derechos Humanos, "es firme en la defensa de los valores cristianos".
A pesar de que la percepción sobre la independencia del sistema jurídico en Hungría es baja, en el informe "EU Justice Scoreboard" (Indicadores de la Justicia en la UE) publicado por la Comisión Europea el 27 de marzo de 2013, un análisis sobre los sistemas jurídicos de los Estados Miembros de la UE, Hungría obtuvo buenos indicadores en varias categorías.
https://twitter.com/_rubenmoreno/status/319854347343245312
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